Un asesino en la pared de la casa de gobierno

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Ahora busca al ladrón destructor de la sociedad argentina… mmm… tibio…

Norcoreano es ejecutado por hablar a Corea del Sur

Un ciudadano de Corea del Norte fue ejecutado públicamente en el país comunista por haber hablado mediante un teléfono móvil chino con un refugiado norcoreano en Corea del Sur, informó hoy la agencia surcoreana Yonhap.

Según la emisora radiofónica «Open Radio for North Korea» (ORNK), un trabajador norcoreano, identificado por su apellido Jung, fue ejecutado en público a finales de enero después de que se hallara un teléfono móvil chino en su casa.

La ORNK, que cita a fuentes de seguridad norcoreanas, dijo que Jung trabajaba en una fábrica en Hamheng, al noreste de Pyongyang, y fue acusado de dar información a un refugiado norcoreano en Corea del Sur sobre la vida en el país comunista, como los precios de arroz en el mercado.

Las fuentes añadieron que las autoridades del régimen de Kim Jong-il estrecharon recientemente su vigilancia sobre los norcoreano que intentan ponerse en contacto con amigos o familiares refugiados en Corea del Sur mediante teléfonos móviles que operan a través de la red china.

Corea del Norte, que según organizaciones humanitarias vive en un extrema penuria económica, llevó a cabo en noviembre una reforma monetaria para estabilizar los precios y consolidar la sucesión del poder de Kim Jong-eun, hijo más joven del líder norcoreano.

No obstante, los expertos creen que esta reforma resultó un fracaso y que los precios de bienes de primera necesidad se dispararon generando un gran descontento social en Corea del Norte.

Según el Gobierno surcoreano, cerca de 16.500 norcoreanos se refugian en Corea del Sur desde que comenzara el éxodo en 1989, cuando los norcoreanos empezaron a escapar del hambre y la represión del régimen.

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Hace 45 años - El fallido intento de implantación de la Revolución Cubana en la Argentina

A las cuatro de la tarde de un 21 de julio de 1964,en el edificio de la calle Posadas 1168, en pleno Barrio Norte de la Capital Federal, todo volaba por los aires. Este acontecimiento del cual hoy ya no se habla, esconde un trasfondo más complejo que merece ser recordado, pues devela lo cerca que estuvo la Patria de ahogarse en el yugo castro-marxista, como así también la absoluta desidia y estupidez de nuestro cuerpo social, que como veremos, no es patrimonio exclusivo de nuestros días.

En abril de 1963, durante la presidencia del doctor José María Guido -que había reemplazado al doctor Frondizi- se descubrió de manera fortuita el accionar de un activista identificado como Benito Moya, quien estaba reclutando gente en la frontera con Bolivia, poniéndose en alerta a los servicios de inteligencia y a Gendarmería Nacional.

En junio de ese mismo año el periodista argentino Jorge Masetti, del diario El Mundo, que había entrevistado a Fidel Castro y a Ernesto Guevara durante la guerra revolucionaria contra Batista, y que se había quedado en Cuba para "participar" de la revolución, fue destinado con el grado de "segundo comandante" al noroeste argentino para organizar una columna guerrillera que actuara como apoyo de los planes que el Che ("primer comandante") tenía para Bolivia, con la intención ulterior de convertir a la Argentina en el centro de irradiación de la revolución marxista en Sudamérica.

El cubano Abelardo Colomé Ibarra -quien posteriormente siendo general fuera ministro del interior del régimen- fue el responsable de planificar la "Operación Penélope" en la que también actuaba como responsable militar el capitán cubano Hermes Peña, hombre de gran experiencia en combate, muy apreciado por el Che. Este último impuso a Masetti una zona de operaciones comprendida entre las provincias de Salta, Jujuy, Santiago del Estero y Tucumán, expresándole que Regis Debray (filósofo francés que luego sería "El Judas del Che Guevara") se les uniría al año siguiente, para ampliar la red organizada por John W. Cooke, con la prevista participación de los hermanos Santucho. Pero subestimaron la real capacidad de Gendarmería Nacional y sobrestimaron el apoyo que la población daría a su "ideal revolucionario".

Entre Septiembre de ese año y marzo de 1964 fueron instalados seis campamentos donde se dejaron pertrechos y comida, comenzándose a incrementar los contactos y reclutas en Buenos Aires, Córdoba y otros lugares del país, que en general, eran los comandos revolucionarios peronistas creados por Cooke, y también miembros de la Federación Juvenil Comunista, la mayoría estudiantes, a los que en el monte, el Capitán Hermes Peña entrenaba en una rígida disciplina, lo que produjo algunas deserciones que a su vez originaron fusilamientos, como los de Adolfo Rotblat y Bernardo Cronswald "para dar el ejemplo".

Mientras que en el orden local el reclutamiento era casi nulo, algunos pobladores ya habían alertado al Escuadrón de Gendarmería de Orán y se investigaban varios informes. Comenzaba a sospecharse que aquellos individuos no eran ni cazadores ni contrabandistas.

En marzo de 1964, un suboficial y un gendarme de civil visualizaron grupos armados, y posteriormente se juntó información de las rutas y los contactos de los guerrilleros, lo cual motivó que una patrulla de Gendarmería Nacional lograra detener a cuatro miembros del EGP en la zona de Santa Rosa, los que dieron información parcializada sobre el grupo.

Al poco tiempo se detuvieron otros dos guerrilleros, que resultaron ser policías federales que operaban infiltrados.

También, en los primeros días de marzo en el Depto. de Punilla, en Córdoba, se detuvo a siete personas con armamento, planos y documentos. Estaban en un campamento de instrucción bautizado "Camilo Cienfuegos" que dependía del EGPde Orán. Poco después se detenían a ocho miembros más en los montes; y luego se detuvo al jefe de la logística en Jujuy, allanándose también un hotel en Salta.

A esa altura de los acontecimientos el Presidente de la Nación, Dr. Arturo Illia, ordenó todo lo necesario para reprimir las actividades de los insurgentes. Así. la VII Agrupación de GN fue reforzada y comenzó una operación de pinzas para poner fuera de combate a los guerrilleros. En varios enfrentamientos algunos elementos fueron abatidos y se tomaron prisioneros. Pero el 18 de abril, en un encuentro fortuito y mientras una patrulla de GN perseguía a dos guerrilleros, uno de éstos, el capitán cubano Hermes Peña, mató al gendarme Juan Adolfo Romero, quien pasó a ser el primer muerto por la guerrilla castrista en nuestro país.

Tres días después, Peña y un médico guerrillero caían en combate; y los pocos que queda ban fueron muertos o tomados prisioneros. Esa aventura había terminado.

El 26 de marzo de 1964, el Director de Gendarmería Nacional, General Julio R Alzogaray dijo que éste no era "un hecho aislado", sino "el primer paso de una Guerra Revolucionaria" en nuestro país y acotó, que a pesar de que "ciertas autoridades" y el público fueran remisos "a creer la realidad", esa Guerra Revolucionaria ya había comenzado...

El 21 de julio explotaba por accidente la bomba en el primer piso del edificio de la calle Posadas 1168, quedando destrozados por sucesivas explosiones la PB y siete pisos del edificio. Se encontraron, bombas y partes para fabricarlas, munición de varios calibres, una ametralladora PAM, un fusil Beretta, varias armas cortas, más de cien granadas, proyectiles antitanque elementos de comunicaciones, revistas cubanas, literatura marxista, panfletos, planos y croquis de unidades militares, comisarías e ingenios azucareros de Tucumán y del noroeste argentino y Córdoba.

En la explosión murieron terroristas que fueron identificados como Lázaro Saúl Feldman -cabecilla del grupo-, Hugo Pelino Santilli (médico de FOTIA), Raúl Reig y Carlos Schiavello; también murió Angel Bengochea, líder de las FARN (Fuerzas Armadas de la Revolución Nacional), que manifestaba simpatías por el peronismo, aunque su doctrina era trotskista y partidaria del accionar violento.

La documentación hallada permitió establecer la directa relación entre ese grupo y los planes cubanos para el Noroeste Argentino, que desde hacía un año venía montando el EGP de Masetti en Salta, Jujuy, Catamarca, La Rioja, Tucumán, Córdoba y Santiago del Estero, lo que reveló no solamente la existencia de esa célula, sino también una notable capacidad operativa con buena logística, demostrada por la calidad de los trabajos realizados, especialmente en lo referido a los datos de inteligencia de las Fuerzas Armadas y de Seguridad.

Con este descubrimiento se pusieron en evidencia no sólo planes estratégicos y tácticos para la guerrilla rural, sino también la urbana, sobre la base del "Manual del Guerrillero Urbano" del brasileño Carlos Marighella, con lo que se estaba anunciando lo que pasaría después con el estímulo, cooperación e instrucción del Partido Comunista de Cuba.

Años más tarde, en 1999, el hijo del "comandante segundo", Jorge Masetti (h), quien pasara por las filas del castrismo y del ERP, se fugó de Cuba con su familia y escribió un libro , titulado "El furor y el Delirio". En uno de sus párrafos dice: "Hoy puedo afirmar que por suerte no obtuvimos la victoria, porque de haber sido así, teniendo en cuenta nuestra formación y el grado de dependencia de Cuba, hubiéramos ahogado el continente en una barbarie generalizada..

Uno de nuestras consignas era hacer de la Cordillera de los Andes La Sierra Maestra de América Latina, donde, primero hubiéramos fusilado al enemigo, después a los opositores y luego a los compañeros que se opusieran a nuestro autoritarismo".

Por Fernando Lema, para El Ojo Digital Sociedad.

Referencias:

"Por amor al odio", de Carlos Manuel Acuña

Sumario nº 10/64, del Escuadrón de Gendarmería Nacional 20 "ORÁN"

"Guerra Revolucionaria en la Argentina (1959/1978)", del Gral. Br. (R) D. RAMÓN G. DÍAZ BESSONE

"Los gramscianos argentinos", de RAÚL BURGOS,

"MILITANCIA PERONISTA PARA LA LIBERACIÓN", Nº 8.

Los Televisores distribuidos en Cuba

televisor-pandaEl último electrodoméstico que se distribuyó a través del sistema de méritos, fue un televisor chino marca Panda. En mi edificio hubo una reunión para entregar diez flamantes equipos dentro de una comunidad que rebasa las trescientas personas. Algunos vecinos estuvieron a punto de irse a las manos durante la discusión para obtener el aparato, por el que debían pagar cuatro mil pesos cubanos. Entre quienes se llevaron a casa la pantalla de colores, estaban -casualmente- los más combativos e incondicionales ideológicamente.

Aquellos que no alcanzaron el escurridizo Panda se conformaron pensando que habría una segunda vuelta en la que tendrían mayores posibilidades. Pero del gigante asiático no llegaron nuevos televisores para alimentar la meritocracia, ni siquiera vinieron las piezas de repuesto con las que arreglar los ya existentes. Hacer la guardia del CDR o salir al paso a las críticas ha perdido atractivo, pues no parece que la recompensa vaya a ser la asignación de una lavadora, una línea telefónica o un radio portátil.

Los que alcanzaron la última vuelta de electrodomésticos asignados, tampoco están muy felices que digamos. Una buena parte no ha podido cumplir con los plazos de pago, pues la compra del Panda les hizo cargar con créditos mensuales que rebasan un tercio de su salario. Conozco a una viejita, por ejemplo, que compró el batallado televisor sólo porque tenía la convicción de que iba a morir antes de terminar de pagarlo.

Entre los que creyeron haber recibido una prebenda, afloran hoy las preocupaciones por la enorme deuda monetaria contraída con el Estado. Fueron aquellos que se creyeron beneficiarios de un privilegio, sin percatarse que sólo eran tributarios de un error. El mecanismo que los favoreció entonces, es el mismo que nos impide hoy comprar un electrodoméstico sin mostrar la moneda convertible o sin contar con una determinada trayectoria política.

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